NIQUITAO:
DETENIDO EN EL TIEMPO
Unos 25 kilómetros separan a Niquitao de la capital del municipio
Boconó en el Estado Trujillo. Zona agrícola y de encantos andinos, envueltos en
una temperatura de 16 °C, este sitio se muestra como uno de los lugares más
apacibles que la vista haya podido observar. Un paseo por sus calles hace
sentir a cualquier visitante caminando por la Venezuela de hace 400 años.
Alguna vez escuché que
Trujillo potencialmente, era el estado más turístico de Venezuela, pues cada
uno de sus rincones tiene un encanto particular y que en general ese aire de población de antaño
le otorgaba el encanto de seducir al turista. Amén del problema de su vialidad,
ciertamente esta pequeña entidad ofrece una gama de paisajes que se pasean por
todos los tonos de verdes, y el camino a Niquitao no es la excepción.
El recorrido desde
Boconó a este pueblito, como de media
hora, permite al visitante regodearse entre siembras de hortalizas, flores,
hombres a caballo, mulas llevando la carga, el verde de las montañas y al
final, un pueblito como sacado de las páginas de un libro de historia. De esos
de calles angostas, muchas de piedras, casas de techos altos con tejas rojas, envejecidas
por el sol, y el lento andar de sus habitantes caminando por el lugar, como si
el día tuviera más de 24 horas, o no hubiera algo más importante que hacer, que
adornar la hermosa escena. Allí en ese pueblo alumbrado por el sol, aquel
turista que busca tranquilidad, realmente la va a encontrar.
A Probar las Mantecadas
De una manera muy rudimentaria,
los oriundos de este poblado viven a ratos del turismo, pues su principal
actividad económica es la siembra. Pero si, realmente son trabajadores, como se
caracteriza a los andinos. Por eso Isabel
Moreno pensó que ella tenía que hacer algo con su tiempo de ocio, lo que no
sabía es que su producto casero la volvería tan famosa. Cuenta Isabel que
cocina mantecadas desde que tienen uso de razón y que recuerda como su papá las
llevaba orgulloso en mula a otros estados vecinos cuando no existía la carretera.
Esta es una especie de torta que se hace con una combinación de harina (de maíz
pilado), huevos, mantequilla, entre otros ingredientes; se colocan en
moldecitos cuadrados y se meten un horno de piedra que la familia Moreno ha
visto en su casa desde que la adquirieron. El olor de este postre sale por las
ventanas de la vivienda y así fue como llegaron los primeros compradores a
llevarse sus mantecadas envueltas en papel encerado. Luego se dieron cuenta que
Isabel y su hijo son coleccionistas de antigüedades, y así la gente no sólo fue
comprando sino recorriendo la estructura colonial para apreciar maquinas de
escribir de diferentes generaciones, lanzas que asegura su dueña, fueron
utilizadas por los andinos en la lucha independentista, grilletes de la misma
época, y periódicos desde la fundación de la prensa en Venezuela. Entre el
paseo y la degustación de las mantecadas, la artífice del postre, habla,
sonríe, se siente feliz de recibir visita y asegura que vivir en este pedacito
de suelo es como estar más cerca del cielo.
De los Vinos y sus Sabores
Precisamente como este
pueblo demoró en desarrollarse por la falta de vialidad, hasta hace no mucho
tiempo, sus pobladores esperaban los encargos en arreo de bestias que traían y
llevaban mensajes y mercancía. Así cuentan que
el inmigrante Elbano Batoni
se quedó esperando un día los vinos encargados desde su lejana Italia. Decidió así
entonces que fabricaría su propio licor. Pero como no había viñedos pidió a sus
empleados que recogieran las moras silvestres que nacían a las orillas de los
caminos y aplicando la receta de sus ancestros obtuvo un delicioso vino del
mosto de la mora.
De esta forma nació
esta empresa familiar que se encuentra en una de las calles de Niquitao y la
cual hoy en día los descendientes de Elbano, se encargan de gerenciar. Vinos
Batoni se realiza con moras especialmente cultivadas y seleccionadas en una
hacienda de San José de la Mesa y luego llevadas a la fábrica artesanal para
“utilizar la receta del abuelo” y obtener vinos con diferentes aromas. Seco,
semi seco y dulce. Quien pasee por la avenida Bolívar del pueblo, puede pasar y
degustar cualquiera de estas presentaciones y si tiene suerte ver la parte del
proceso de producción. Además de eso, el relato que cuentan orgullosos los
nietos, de cómo su familia echó raíces en este pueblo y como pretenden seguir
haciendo vida en este lugar las futuras generaciones.
Naturaleza y Aventura
La visita a Niquitao no
se limita a recorrer sus calles sino también a visitar sus alrededores, y los
más aventureros pueden hacer caminatas hasta la Teta de Niquitao, que se
aprecia en días despejados desde el pueblo. Esta es llamado comúnmente por la
comunidad Picachu, y los baquianos hacen organizan excursiones para que aquellos que cuentan con condiciones físicas
puedan emprender la caminata. Ese monumento natural (decretado así en 1996),
ofrece el típico paisaje de montaña de arbustos, frailejones y pastizales. Es
hogar de oso frontino y el águila real. Y permite a quien lo camina sentirse
como ascendiendo por una escalera hacia el azul del cielo. En días soleados
desde la cima se pueden ver los páramos merideños y el pico Humboldt, y
alrededor lagunas y toda la virginidad de la naturaleza.
Venga y Quédese que hay Donde
No son muchas las opciones
de alojamiento dentro del pueblo, pero si, en los últimos años los habitantes
de Niquitao han visto en esta una opción de ingresos. La Posada Niquitao fue una de las primeras del pueblo. En una
casa de más de 400 años, se instalaron 16 habitaciones alrededor de un patio
central, adornado con flores y objetos antiguos que los dueños han recolectado
para mostrar al huésped. Un restaurante cuya especialidad es la comida italiana completa la oferta de este lugar y hace de la
estadía una agradable experiencia. Un poco más nuevo es el hostal El Paramito del Medio, este es un complejo
amurallado con 6 cuartos, todo decorado con ese estilo que llaman rústico. Un
área al aire libre con sombrillas, sirve para servir los desayunos compuestos
por pastelitos andinos, bollitos, café caliente y arepas de trigo con queso. Mucoposada Musí es también otra opción,
esta pertenece a la red de posada Andes Tropicales que busca fomentar el
turismo en las zonas rurales. Su dueño Battone
Pujol, es además el cronista del pueblo. Y aparte de ofrecer dos habitaciones
con capacidad para ocho personas le muestra a las personas más de la cultura e
historia de su pueblo. Llevándolos a recorrer sus calles y los monumentos que
para ellos son importantes. El turista
quizás comience caminando hacia la
iglesia dedicada a San Bernabé, pero en los relatos de Pujol advierta que el
pueblo es devoto de San Rafael de la Piedrita; y culmine su recorrido por esta
tierra a mitad de camino entre Niquitao y las Mesitas, donde se levantó el
monumento dedicado a los héroes de la “Batalla de Niquitao”. En ese lugar que
muchos utilizan para tomarse fotos, una estructura blanca sobre la cual se
erige una especie de obelisco puntiagudo, representa la victoria de José Félix
Rivas y sus Tropas en la época independentista; y el orgullo de los trujillanos de haber
formado parte de esta lucha.
LOS
DATOS
-
Niquitao se encuentra elevado a 1937 m.s.n.m
-
La Teta de Niquitao es el punto más alto del
estado Trujillo, con 4006 mts. de altura.
-
La batalla librada por José Félix Rivas y sus tropas,
tuvo lugar el 2 de julio de 1813.
-
Niquitao fue fundado en 1626
SI
VOY DONDE ME QUEDO
-
Posada
Paramito del Medio: (58)272-4150633
-
Mucoposada
Musí: (58)271-8852069/416-2704261
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ResponderBorrarEXCELENTE PUEBLO DE BELLOS PAISAJES Y DE GENTE AMABLE
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